Hay algo que desde hace tiempo me llama la atención, y es el incremento notable del valor que somos capaces de aportar cuando realmente conocemos el contexto y la casuística concreta de la empresa a la que visitamos. Parece obvio, ¿no? Pues no siempre lo es tanto por desgracia :/
Ahora mismo y en perspectiva, la idea de ofrecer a un posible cliente que no conozco la posibilidad de realizar una formación técnica en el último framework de moda me parece simplemente poco interesante para ambas partes. El problema no reside en que sea o no capaz de aportar valor con este tipo de colaboraciones, sino en que quizá puedo ser capaz de aportar muchísimo más cuando no obviamos los preliminares en la relación. Y estos, sí que son importantes!!
Conocer a tu pareja es importante y en el caso del mundo de la formación y/o de la consultoría ténica, entender la realidad de los equipos a los que intentas ayudar se convierte en algo vital.
Ya hace tiempo que repito insistentemente algunos de estos mantras, y es que una nueva tecnología que incorporar a un proyecto no soluciona nunca un problema en el proceso o un problema de calidad del código. En este sentido, creo que la opción más razonable es tratar de entender la causa raíz que lleva a esa empresa a buscar un curso de TDD, de React o de Docker, por ejemplo, en lugar de darle una formación de dos semanas en algo que muy probablemente no resuelva la situación que intentan mitigar.
Cuando hemos entendido las necesidades reales del proceso y podemos ver en que estado está nuestro cliente, es cuando podemos evaluar el nivel general del equipo y ayudarles así a decidir con qué acción podemos aportarles más valor. ¿Será con un trainning en el framework más trendy del momento? Es probable que no sea así, así que mejor sigamos prestando la debida atención a los preliminares ;)